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Las Zonas Azules de la Felicidad

Miles de velas pueden encenderse con una sola vela, 

y la fuerza de esa vela no disminuye. 

La felicidad nunca disminuye 

al ser compartida. 

Budha 

Un gran negocio, Invertir en la Felicidad.

Cómplice de camino, existen estudios bastante serios para constatar que la felicidad es un componente esencial de nuestro buen funcionamiento y que mejora nuestro bienestar. Esto no solo como individuos, ya que ser felices también tiene un impacto positivo en quienes nos rodean, en nuestras comunidades y en la sociedad en general. En lugar de ser un lujo del cual nos podremos hacer cargo una vez que hayamos atendido cosas “más importantes de nuestra vida”, la felicidad debería ir primero en nuestras prioridades ya que nos es beneficial para todo lo demás que deseamos:

  • Nos beneficia a la salud y nos ayuda a ser más longevos.
  • Mejora nuestro funcionamiento social y nos ayuda a ser mejores ciudadanos.
  • Nos ayuda a tener un mejor desempeño en el trabajo.
  • Nos permite ser más resilientes, logrando con ello recuperarnos después de que la vida nos ha golpeado por la razón que sea.
  • Entre más felices somos, somos mejores con los amigos, con la familia y con la gente en general.

Es un gran negocio el invertir en ser feliz, y Dan Buettner, reportero e investigador para la National Geographic, nos dice en su libro “Las Zonas Azules de la Felicidad” que él está convencido que para ello es necesario DISEÑARSE una vida con el propósito de ser más feliz.

Las 3 Ps de la Felicidad

En su investigación para buscar los lugares más felices en el mundo, Dan Buettner se dio cuenta de que las personas que reportaban el mayor índice de felicidad calificaban muy alto en 3 dimensiones: Pasión, Propósito y Orgullo.  Él le llamó a este hecho el modelo de las 3Ps por sus nombres en inglés: Passión, Purpose & Pride.

Pasión

Vamos a relacionar la pasión con el elemento fuego. Hablo aquí no de una llamarada de petate, como solemos decir cuando algo jala nuestro interés y lo perdemos poco tiempo después; sino de un fuego perpetuo, el que sentimos por aquellas cosas que nos expanden y nos emocionan. Este fuego lo sentimos cuando podemos pasar horas y horas en una actividad o hablando de un tema y no nos damos cuenta de que ha transcurrido mucho tiempo. Hablo de aquello que, aunque no nos lo pidan, lo terminamos haciendo porque nos fascina.

Sir Ken Robinson, que en paz descanse, decía que esto es como estar en tu elemento (así se llama un excelente libro suyo que les recomiendo “El Elemento”), es decir, estás en lo tuyo. Si en este momento sientes que tu llama ni alumbra, ni te da calorcito, te invito a hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Haciendo que cosas puedo pasarme horas y ni cuenta me doy de lo entretenido y contento que me siento haciéndolo?
  • ¿Qué tipo de lugares y personas me pueden fascinar? ¿Qué me llama de ellos?
  • ¿A quién admiro o envidio y por qué?
  • ¿Qué es eso que -si se dieran las condiciones- me dedicaría por completo a ello?

Propósito

Además de vivir con pasión, las personas más felices en el mundo reportaron saber con precisión para qué se levantaban cada día, y el entregarse a ello, les llenaba de alegría y motivación. El sentirnos motivados por el impacto de lo que hacemos y, que lo que hagamos tenga un sentido, es de vital importancia para tener una vida plena.

Si hablamos de encontrar el propósito a lo que hacemos, tenemos que mencionar al Dr. Viktor Frankl, uno de los grandes psiquiatras de la llamada Escuela de Viena, de donde son también Sigmund Freud y Carl Jung. El Dr. Frankl es un testimonio claro de cómo el ser humano, incluso en circunstancias extremas, puede sentir motivación y ganas de vivir. Él es un sobreviviente del campo de concentración nazi llamado Auschwitz en la segunda guerra mundial.

El Dr. Frankl observó que quienes sobrevivían en el infame “Auschwitz” no eran ni los más fuertes, ni los más sanos, sino los que tenían un para qué seguir luchando por estar vivos. Conforme la tragedia en la vida de Viktor iba en aumento y perdía a su mujer, a sus hijos y a sus amigos, él mismo se hizo esta pregunta ¿para qué vivir? Se respondió que hacía sentido sobrevivir al campo de concentración de Auschwitz para documentar sus hallazgos sobre el comportamiento del ser humano y la forma como funciona su psique en condiciones extremas.

Bueno, en realidad no solo sobrevivió, sino que escribió el libro “El Hombre en Búsqueda del Sentido” y muchas obras más y se le considera el padre de la psicología humanista y el fundador del sistema terapéutico llamado Logoterapia, el cual está basado justamente en encontrarle sentido a todo lo que vivimos para aprender a fluir con ello.

El punto clave está en cambiar la pregunta de POR QUÉ a PARA QUÉ, cuando queremos encontrar el propósito de algo.

  • El porqué, me lleva a justificar las cosas y generalmente es un argumento o justificación.
  • El para qué me lleva a buscar el propósito de las cosas, el sentido que le doy a ellas.

Por ejemplo:

Doy consultoría porque es un negocio en el que me pagan generalmente bien, además tengo ya 20 años de experiencia en el área y una red de clientes con los que guardo prestigio por los resultados que les he ayudado a alcanzar vs. Doy consultoría para que los individuos, equipos y organizaciones evolucionen en la efectividad de sus interacciones, se conozcan mejor a sí mismos y busquen conscientemente colocar a su capital humano donde aviven su pasión al estar en vocación. Entre más personas estén en vocación, habrá más personas felices y éstos tendrán un impacto positivo en sus familias, amigos y comunidades.

Te invito a que te des un tiempo para encontrar la respuesta al para qué de las distintas actividades en las que más tiempo inviertes. Puede que te des cuenta de que muchas de ellas tienen un gran significado en tu vida por todo lo que impactan en los demás, y otras ya no tengan sentido para ti hoy, entonces será momento de sustituirlas por otras que sí lo tengan ¿te atreves?

Orgullo

Las personas con altos índices de felicidad se sienten muy orgullosas de sí mismas, de quienes son y de lo que logran. Sentir que hicimos un buen trabajo, que logramos lo que nos propusimos o que incluso rebasamos nuestras metas, crea una espiral positiva ascendente de empoderamiento.

Las preguntas centrales a hacernos aquí son:

  • ¿Qué tan orgulloso y satisfecho estoy con los resultados que obtengo hoy?
  • ¿Me admiro, me aprecio y me reconozco por lo que consigo hoy o esto lo proyecto en una etapa pasada o lo proyecto en alguna persona que espero lo haga por mi (como mi esposa, hijos, amigos, sobrinos, etc)?

Diséñate una rutina feliz

De todo el libro, lo que más me llamó la atención, fue que el autor centra la clave para la felicidad no en grandes proyectos, logros o cambios, sino en alterar poco a poco tu rutina del día a día para incluir en la misma las 3Ps.

Esto te puede llevar con el paso del tiempo a tomar grandes decisiones, pero no son necesarias de inicio, así que ser feliz se construye paso a paso, se inserta y se incorpora como un buen hábito.

Pasión

Cuando nos hablan de vivir con pasión vienen a nuestra mente cambios tan profundos como el cambiar de carrera, vivir en el extranjero, ser hippies o artistas, una maestría o un doctorado, o bien tener una ocupación que sea 100% pasión todo el tiempo.

La realidad es que toda ocupación conlleva actividades que nos llenan y otras nada agradables. Para que tu fuego no se apague, el número de actividades que te apasionan tiene que ser mucho mayor a las que no lo hacen. Lo ideal es que puedas delegar en alguien más eso que a ti no te gusta y que a esa persona si le apasione el hacerlo. Esto es apoyado por Marcus Buckingham y Donald O. Clifton en su libro “Ahora descubra sus Fortalezas”, donde nos dicen que, para sentir un gran gozo en nuestro trabajo, necesitamos invertir una cantidad significativa de horas en actividades donde usemos nuestras fortalezas, es decir en aquello para lo que somos de forma natural muy buenos.

Muchos de nosotros no tenemos hoy el contexto como para dar un salto cuántico hacia una apasionada aventura, aun así, siempre hay formas para alterar nuestra rutina actual para que incluya cosas que nos apasionan.

¿Qué hacer para tener una rutina con más pasión?

En mi caso por ejemplo me apasiona todo lo que es el arte, los símbolos, la mitología, el leer/estudiar y el auto-conocimiento. Algunos de los cambios que he hecho en mi rutina del día a día han sido:

  • Cada que voy a escribir algo para el blog o para un webinar me doy tiempo para investigar y aprender más del tema en cuestión e intento aplicar lo aprendido en mi vida.
  • Estoy apartando todas las mañanas tiempo para leer con un buen café al lado.
  • Una vez por semana creo algo con acuarela o coloreo mandalas.
  • Decidí seleccionar yo mismo cada una de las imágenes de mis posts, eventos, diapositivas y página web, buscando que tengan algo simbólico, que tengan mensaje, profundidad y hasta un toque artístico. Incluso diseñé una nueva imagen de Reflexiones desde el Fondo que se ve en la nueva página web desdeelfondo.net que te invito a conocer y estoy por abrir en la página una sección dedicada a la fotografía.

Esto me está funcionado a mí para sentir más pasión en mi día con día ¿Cómo podrías inyectar pasión a tu día con día?

Propósito

Del mismo modo, cuando hablamos de propósito nos imaginamos, como mínimo, trabajando para la ONU, la UNICEF, el WWF o teniendo una vida como la Madre Teresa de Calcuta o Ghandi. En realidad, nada de esto es necesario a menos que para ti sea una meta de vida. El propósito de nuestra vida no siempre tiene que ser heroico o grandioso, basta con que nos sea relevante para nosotros. No debemos menospreciar el impacto de lo que hacemos, ya que no sabemos a quién podamos estar influenciando o cambiándole la vida con una simple acción. Cuando algo que hacemos nos hace sentido, lo hacemos independientemente de la recompensa, lo hacemos porque es necesario, porque creemos que es correcto.

Es muy probable que haciendo tu trabajo tal como lo estás haciendo estas contribuyendo de forma significativa a los demás y ni cuenta te has dado. Te invito a contestar las siguientes preguntas:

  • ¿Quién se ve beneficiado por lo que hago?
  • ¿Cómo impacto positivamente a los demás día con día?
  • ¿Para quién soy un modelo a seguir?

Si de plano no encuentras un propósito, un para qué en lo que haces, algo que te dé sentido, entonces es momento de darte un tiempo y reflexionar sobre ¿cómo tus talentos y tus fortalezas podrían hacer la diferencia en la vida de alguien?

Es muy importante recordar que no hay talento o fortaleza pequeño, que para Dios es tan valioso una hierba que crece entre las rocas como lo es el Budha o Jesucristo. Cada uno aporta algo único y espectacular.

Recuerdo en un taller que alguien me dijo, mi talento es que sé escuchar, no creo que sea gran cosa. Cuando le reflejé que una persona que sabe escuchar puede salvar con su presencia amorosa y disposición a escuchar a muchas personas que están al borde de sucumbir a una crisis psicológica o incluso que están pensando suicidarse, revaloró mucho su don.

Haz un recuento de tus talentos, de tus dones y piensa como lo puedes poner al servicio en tu entorno actual, en tu rutina diaria:

  • Tal vez eres un geek maestro de los sistemas y puedes dar un curso a personas de la tercera edad sobre cómo conectarse con sus seres queridos, ahora que están en cuarentena.
  • Tal vez eres un diseñador gráfico y podrías crear un logotipo increíble para la equidad de género y proponer una campaña en tu escuela o comunidad.
  • Tal vez les regales una hora a la semana de tu tiempo a personas que necesiten sentirse acompañadas.

Una pequeña acción, haciendo uso de tus fortalezas, puede tener un profundo impacto positivo en tu entorno, puede darle ese sentido extraordinario a las cosas que haces hoy y que pareciera que no iban a ningún lado.

Orgullo

El orgullo de lo que somos y hacemos también solemos proyectarlo muy lejos, en metas inalcanzables o que están en un futuro muy distante. Estamos necesitados de reconocimiento, y el más importante es el que nos damos a nosotros mismos.

Es bastante frecuente ver cómo personas desempleadas van devaluándose y perdiendo confianza cuando pasan mucho tiempo sin trabajar. Poco a poco van dudando de la capacidad que tienen para producir y ser exitosos. Lo importante no es dar un salto cuántico y obtener el empleo de tus sueños sino ponerte en movimiento. No te duermas, acciona, ponte metas a corto plazo y alcánzalas, ve poco a poco desafiándote para ir por más, te sorprenderás de volverte a sentir empoderado y orgulloso de ti nuevamente.

Hay que planear victorias a corto plazo y generarnos hábitos que con el tiempo consigan extraordinarios resultados.

Por ejemplo: para estar delgados y saludables, los habitantes de diferentes latitudes no se matan de hambre con dietas extremas, sino que alteran sus rutinas para que lo saludable sea el camino de menos esfuerzo, haciendo cosas como:

  • No tienen coche y para ir algún lado se van en bicicleta o caminan y así siempre están quemando calorías.
  • Compran cosas saludables y las colocan en la casa de manera que sean fáciles de alcanzar. Hacen que la opción saludable sea más fácil de conseguir en todo momento.
  • Compran platos pequeños para que las porciones que se sirven no puedan ser excesivas.
  • Se dan tiempo de comer despacio para permitir que la sensación de saciedad llegue al cerebro y este no pida más comida cuando ya no la necesita.

Si queremos hacer algo de lo que nos sintamos muy orgullosos comencemos por hacer cambios pequeños de hábitos como:

  • quieres escribir un libro, escribe una o dos páginas al día;
  • quieres ser un maestro de yoga, comienza por incluir una práctica diaria de media hora en tu día a día; o
  • quieres tener mucho dinero, comienza por ahorrar todos los días.

Olvídate de obtener resultados inmediatos y enfócate en amar el proceso. Si amas el proceso el resultado lo conseguirás sin duda, es solo cuestión de tiempo y de madurar las cosas.

¿Qué cambios en tu rutina diaria puedes hacer hoy para sentirte más orgulloso de ti y de tus logros?

Entonces ¿le invertimos a crearnos una rutina de vida que incluya más pasión, propósito y orgullo? Es una inversión que te pagará con creces.

Un abrazo como siempre, aquí en Reflexiones desde el Fondo.

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