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¿Cómo lidiar emocionalmente con la Pandemia?

Oh Fortuna, 

como la Luna, variable de estado, 

siempre creces o decreces; 

Vida detestable, 

ahora oprime después alivia, 

 como un juego a la pobreza y al poder 

derrites como al hielo. 

Oh Fortuna 

Carmina Burana (fragmento) 

SIGNIFICADO DE LA PANDEMIA

Cómplice de camino, toda enfermedad corresponde a un desequilibrio o un desbalance y, por ende, nos invita a seguir un camino para reestablecer ese equilibrio/balance perdido. En cuanto a nuestro cuerpo, esto es validado 100% por la ciencia, en específico por la medicina. Dado que no solo somos cuerpo, sino también emociones, pensamientos, y para quienes así lo crean, espíritu, el desbalance o desequilibrio debe darse también en estos otros planos en los que habitamos simultáneamente. Algunos libros que a mí me gusta la forma como elaboran sobre esta tesis son: “La Enfermedad como Camino” de Thorwald Dethlefsen, “Tú puedes sanar tu vida” de Louis Hay”, “Porqué a mí, Porqué esto, Porqué ahora” de Robin Norwood y “La curación cuántica” de Deepak Chopra”.

En lo personal yo intento mantenerme en contacto, lo más que puedo, con mi cuerpo, emociones, pensamientos e intuición para intentar leer, desde que se presentan los primeros síntomas de desequilibrio en mí y así poder tomar acciones acordes. Esto no significa que logro estar sano todo el tiempo, pero soy un convencido de que, si logras volver a equilibrar las cosas antes de tener que pagar las consecuencias del desequilibrio, puedes evitarte muchas de ellas. Es muy importante que apoyes tus observaciones pidiendo ayuda a especialistas como médicos y terapeutas, ellos están preparados para ayudarnos a recuperar la homeostasis corporal y emocional/mental.

¿Qué sucede entonces cuando hablamos de una Pandemia? Del griego Pan (todo) demos (pueblo). Hablamos de un desequilibrio que nos afecta a todos, de un fenómeno mundial.

En su libro un Mago de Terramar, Úrsula Kroeber Le Guin nos relata cómo la soberbia de un poderoso mago le hace realizar un hechizo que libera una terrible sombra, y sobre cómo ésta lo persigue a donde va, lo golpea constantemente y casi lo mata, hasta que el mago evoluciona lo suficiente para asumir responsabilidad de la sombra que despertó y aprende a restablecer el equilibrio y restaurar la paz. No les cuento más, y les recomiendo muchísimo esta lectura.

Pareciera que ahora tenemos frente a nosotros un Pandemónium, del latín: Pan, todos y demonium, demonios, es decir, que colectivamente hemos despertado una sombra que está cimbrándonos, y que está destruyendo todas las estructuras de seguridad que hemos construido, y mucho de eso ha sido gracias a nuestra soberbia, indiferencia, narcisismo y egocentrismo como especie humana. A veces es necesario que el llamado, tome la forma del dolor para lograr el despertar colectivo.

Simbólicamente hablando esto puede representarse por la carta del Tarot de la Torre:

La carta nos habla de aquellas experiencias que, literal, nos sacan de nuestra zona de confort, estemos listos o no. La torre simboliza aquella construcción que cada uno de nosotros, y también a nivel colectivo, hemos construido para refugiarnos y sentirnos seguros sin importarnos el exterior. Desde nuestras torres, nos sentimos protegidos, apartados y no necesitamos tomar en cuenta a nadie allá afuera.

El rayo es esa experiencia que, desde el exterior, tira la Corona de la Torre -simbólicamente la Corona es el ego, la autocomplacencia- la cual cae junto con dos figuras que son lanzadas al vacío, mientras la edificación arde en llamas. El fuego indica que algo necesita de una purificación, de una transformación profunda.

La carta también indica el momento de liberar un enorme potencial que, por estar encerrado en esta zona de confort, no desplegábamos. En una versión más antigua del Tarot, esta carta se le llamó “La casa de dios”, señalando el espacio donde los caballeros llegaban a descansar en su camino hacia su cruzada. Si el caballero se quedaba ahí más tiempo del necesario, Dios mandaba un rayo para destruir la Torre y así poner de nuevo en marcha al caballero en cuestión. Al parecer hay momentos donde ya no hay espacio ni tiempo para evitar seguir la cruzada y la vida misma nos va a lanzar hacia allá.

Uso esta carta porque el efecto de esta pandemia es así, algo que nadie esperábamos y que, viene a destruir todos nuestros planes, nos viene a sacar de la zona de confort y nos empuja, lo queramos o no al vacío, donde estamos cayendo y donde no nos queda más remedio que volver a andar el camino, retomar nuestra misión personal.

Seguir a nuestro ego y haber erguido toda clase de estructuras para alabarlo, nos ha escindido a unos de otros, nos ha hecho creer que estamos separados incluso del hábitat del cual dependemos -La Tierra- y que podemos destruirlo para acumular riqueza y confort (la torre) a nuestro antojo, esto sin tener ninguna consecuencia. Nuestra realidad está siendo cambiada para siempre, y si así lo decidimos, será para bien.

LOS RETOS DE LA PANDEMIA

Una de las medidas de mitigación más importante de la Pandemia es que renunciemos en parte a nuestra libertad, que nos quedemos en casa y salgamos solo lo indispensable. Que tomemos distancia unos de otros y evitemos todo contacto social. Esto es como estar a mitad de una tormenta, donde la única forma de sobrevivir es el resguardo, solo que no vemos nada, el enemigo es invisible y eso nos hace dudar de si realmente existe hasta que golpea a alguien cercano a nosotros. Además, no es fácil predecir cuánto va a durar esta condición y las consecuencias que va a tener. Los virus son algo escurridizos, son los “Estafadores” microbianos de la naturaleza, aparentemente sencillos, pero altamente complejos, mutables y letales.

Otra imagen del simbolismo del Tarot que viene a mi mente es la del Ermitaño, representado en esta ilustración por el dios griego Cronos (del latín Chronos que significa Tiempo), y que habla de aquellas experiencias donde la sabiduría, representada por la luz de la lámpara que sostiene, se gana solamente en un profundo proceso interior, en el aislamiento, en la soledad.

A continuación, menciono algunos de los retos que enfrentamos todos en mayor o menor medida con la Pandemia del Coronavirus:

  • La percepción del tiempo cambia por completo.- la prisa se vuelve obsoleta y necesitamos ajustarnos a un nuevo tempo, tal vez uno más real, uno más adecuado a nuestra naturaleza humana vs el que nos habíamos autoimpuesto en nuestro ideal narciso de ser súper humanos.
  • Al frenar, muchas cosas de las cuales hemos estado inconscientemente huyendo con nuestra continua necesidad de mantenernos ocupados y siempre faltos de tiempo, finalmente nos alcanzan y nos hacen frente. Hablamos de sueños, anhelos, incongruencias, ciclos no resueltos, problemáticas que hemos evadido, las cuales finalmente son invitadas a la mesa y será necesario lidiar con ellas.
  • El no saber ¿cuánto durará todo esto? y ¿qué impacto tendrá en nuestras vidas?, aunado con la sensación de quedarnos cortos de recursos y sin tener claridad de cómo nos vamos a recuperar económicamente, potencia nuestras fantasías catastróficas y nos mantiene en un estado de excesiva alerta: insomnio, irritación, neurodermatitis, diarrea, obsesión sobre la situación, falta de concentración, estallidos, tics nerviosos, etc.
  • La restricción de movimiento nos limita y nos lleva a querer rebelarnos, a intentar salir, caminar, romper las reglas; esto, aunado al exceso de contacto con personas con las que no estamos acostumbrados a tener tanta cercanía de forma prolongada, nos lleva a tener estallidos emocionales impredecibles que nos vamos turnando en desplegar (dios nos libre si el estallido es al mismo tiempo).
  • El exceso de información que nos inunda y al cual inconscientemente nos conectamos como fuente de alimentación, donde intentamos encontrar una luz de esperanza, una cura o al menos un consuelo, y que solo nos lleva a saturarnos a nivel mental/emocional (y no necesariamente de la mejor información) y a ser propensos de fraudes.
  • El reto de mantener nuestro rol como padres, esposos, hijos, tíos, jefes, maestros, cuando sentimos que no tenemos la más mínima gana o energía para ello o simplemente queremos que alguien más nos sustituya por un tiempo porque… ya no damos más.

¿COMO RESPONDER A LA PANDEMIA?

A continuación, algunas sugerencias que considero pueden sernos de utilidad durante estos tiempos de #Quédate en casa:

a) Encuentra Sentido.- una de las ramas de la psicología que a mí más me ha ayudado a enfrentar tiempos de crisis es la Logoterapia del Dr. Viktor Frankl. El Dr. Frankl es un psiquiatra austriaco sobreviviente al campo de concentración de Auschwitz en la segunda guerra mundial. Su tesis central es que el ser humano es capaz de sobrevivir a las condiciones más extremas, siempre y cuando encuentre un sentido para ello. Siempre que logremos encontrar el ¿para qué?, descubriremos un cómo. Al menos así sobrevivió él a Auschwitz, y en sus libros, nos revela cómo muchísima gente también ha enfrentado así las más adversas condiciones y han salido avante.

Necesitamos entonces alejarnos del porqué a mí, ya que la respuesta a esta pregunta sería ¿y por qué no? Esto es una pandemia, nadie, ni el más santo, está exento de enfrentarla. Además, si lo planteamos como lo hizo el Dr. Frankl, ésta es una invitación a evolucionar ¿por qué querríamos dejar pasar una oportunidad así?

Algunas preguntas para encontrarle sentido en lo personal a la crisis podrían ser:

¿Cómo puedo salir de mi torre y sumarme hoy a dar la solución a los problemas que -como humanidad- estamos enfrentando? ¿Desde qué trinchera me sería natural hacerlo? ¿Cuál es ese potencial que estaba resguardado/dormido en la torre y que ahora puedo liberar y poner entonces al servicio de los demás? ¿Qué cosas me es necesario confrontar conmigo mismo para poder estar bien a solas (ser mi mejor compañía)? ¿De qué tengo hoy oportunidad en mis relaciones, para reparar?

Date tiempo para realmente profundizar en tus respuestas, no necesitas apresurarlas, si permaneces en ellas es muy probable que encuentres tu sentido personal a esta crisis.

b) Empodérate.- muchos de ustedes que me han acompañado, saben que he trabajado mucho en este tema, y que uso un modelo para redirigir los impulsos de supervivencia para salir victoriosos de las crisis. A continuación, les comparto un par de propuestas para que las evalúen y las usen si las consideran útiles:

  • Salir del Victimismo.- cuando nos sentimos completamente desempoderados ante algo, es muy fácil sumergirnos en el victimismo y que le echemos la culpa a algo o a alguien en el exterior. Esto, si bien puede ser catártico, no nos lleva a ninguna solución. Para salir del victimismo es necesario cambiar este enfoque. Te invito a preguntarte ¿qué SÍ está en tus manos hacer hoy ante la crisis? Esto implica dejar atrás el no se puede y aceptar que las formas como veníamos manejando las cosas ya se fueron; es necesario dejar de hacer berrinche porque nos las quitaron y enfocarnos a hacer uso de los elementos con los que contamos hoy y, por Dios, hay que tomar acción. Sal de la queja y la auto conmiseración y ponte a explorar nuevos territorios; no te des el lujo de quedarte haciendo nada, deprimido y sumergido en tu lamento. Ve a la guerra, y si pierdes algunas batallas, solo levántate y prepárate mejor para la siguiente.
  • Dejar de Sabotearte.- la mayoría de los seres humanos no conocemos hasta dónde podemos llegar en varias áreas de nuestras vidas; porque la realidad, es que nos da miedo descubrirlo y que toda nuestra vida conocida cambie y -por ende- nos saboteamos. Este tiempo puede ser altamente creativo si eliges darle continuidad a todo aquello para lo que nunca tenías tiempo. No más excusas, saca tu creatividad y tu magia. Tienes más potencial del que crees y si no es ahora momento de retar tus limitaciones, entonces ¿cuándo lo averiguarás? También puedes retarte a abordar esas problemáticas de tu vida en las que quieres hacer un cambio. No más evasivas, es momento de poner las cartas sobre la mesa, de lavar la ropa sucia y, de no darle más vueltas a las cosas.

c) Gestiona tu Miedo.- sé que hay mucha gente recomendando que no hay que tener miedo. Eso es imposible, el miedo está hoy muy presente en todos nosotros y tiene su razón de ser. Lo que no podemos permitir es que crezca fuera de proporción convirtiéndose en un pánico que nos secuestre y nos lleve a paralizarnos o a tomar acciones irracionales. ¿Conoces a tu miedo? ¿Sabes qué reacciones físicas y pensamientos tienes cuando está presente? Pues es el momento de entrar en contacto con él y aprender a descargarlo. Habla sobre tus miedos, permítete contar tus fantasías más catastróficas para después encuadrarlas en un marco de realidad, tiembla hasta quedarte tranquilo, busca apoyo, pero por ningún motivo te quedes o niegues tus miedos. Esto último hace que el miedo crezca lentamente en tu interior para después estallar en el peor de los momentos y de la forma que menos quieres.

d) Toma distancia.- no hablo aquí de la distancia de metro y medio, la cual es obligatoria para no propagar el virus, sino distancia de ti mismo. Para ello es necesario que todos los días te permitas observarte sin juicio y con compasión. Estás en una nueva situación, no se supone que debas saber qué hacer. Estás en modo aprendizaje y los demás también. Es importante parar completo en algún momento del día y observar, ya sea que medites, que proyectes en tu pantalla mental lo más sobresaliente del día, que hagas conversación con alguien y pidas retroalimentación, que escribas, etc. Todo toma su verdadera proporción cuando lo vemos desde la perspectiva adecuada.

e) Ponte metas y alcánzalas.- no hay nada mejor ante una crisis que sentirse productivo. Mientras escribo este artículo y preparo mi webinar, inmediatamente siento una notable mejora en mi energía y mi ánimo; esto, en lugar de pesadez y sueño. Desde arreglar la casa, tu cuarto, los archivos de la computadora, tu lista de música, editar tus imágenes, abrir un blog, postear sobre algo que te gusta, aprender a cocinar, etc. Lo importante es ocuparte en vez de preocuparte y obtener sensación de logro.

f) Recapitular y reaplicar.- muchas veces la respuesta que mejor nos funciona está dentro de nosotros. Ir hacia nuestra propia experiencia de vida y preguntarnos ¿qué situación similar a ésta he pasado y, cómo salí de ella? y ¿qué elementos puedo tomar de mi experiencia? Si tú no tienes la respuesta alguien más seguro que sí, por lo que valdría la pena también preguntarse ¿qué están haciendo los demás?, ¿quién ya pasó por aquí y salió librado? Y, ¿qué fue lo que hicieron?

g) Haz una red de soporte.- aprovechemos que tenemos medios electrónicos a través de los cuales conectarnos; este es un excelente momento para hacer networking. Darnos espacios con cierta periodicidad para platicar y exponer lo que estamos haciendo, cómo nos sentimos, los retos que estamos enfrentando, etc. Es muy reconfortante y necesario recibir retroalimentación, sentirnos acuerpados y acompañados por los demás para salir adelante. Busca grupos afines con tus intereses y valores y súmate con ellos en el viaje.

h) Cuídate y cuida a los demás.- en este momento de stress, incertidumbre y miedo, es necesario cuidarnos y cuidar a los demás, sobre todo a tu círculo inmediato. Date tiempo para hacer ejercicio, para preparar la comida; proponte ayudar diario en las labores, ponte guapo y abre espacio para los demás. El saber contar los unos con los otros nos inyecta ánimo y vitalidad. No dejes de tener detalles para contigo y para con las personas con quienes están a tu alrededor. Busca sentir y expresar gratitud por lo que tienes. Es momento de aprecio, no de exigencia.

EL DÍA DESPUÉS

Si logramos que, a nivel individual y social, asumamos la responsabilidad y paguemos la factura por no estar haciendo cada uno lo necesario para evitar que el ecosistema colapse, también podemos, al mismo tiempo, colocar nuevas estructuras sociales, de responsabilidad y disciplina que nos permitan juntos darle la vuelta al ecocidio.
Estamos viviendo un claro ejemplo, de cómo, cuando todos nos restringimos, como lo estamos haciendo ahora, la madre naturaleza tiene el espacio para sanarse, para recuperar el equilibrio perdido.

Esto no es un llamado a una Utopía donde todos cooperamos con algo, esto es un grito para despertar, una llamada de atención a la que tenemos que responder más allá de nuestros intereses egoicos o bien enfrentaremos todos terribles consecuencias.

Cuando todo esto pase ¿cómo piensas sumarte a la masa crítica de cambio cómplice de camino? Nadie puede ausentarse. Todos estamos siendo llamados. La nueva era no es un movimiento hippie o de la “nueva era”, es la respuesta colectiva hacia un nuevo orden, el cual es necesario para poder sobrevivir de forma holística e interconectados: minerales, vegetales, animales y seres humanos, siendo UNO.

Todo esto me recuerda la carta del Tarot del Juicio, donde el arcángel Gabriel suena su trompeta despertando a los muertos hacia una nueva vida.

Aprovecha este aislamiento para realmente pensar cómo vas a responder al llamado. Recuerda que un pequeño cambio, si lo hacemos TODOS, tiene un gran impacto.

COMUNIDAD es la unión común, y hoy, más que nunca necesitamos de ella.

Un abrazo
Héctor Cerbón

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